29 de octubre de 2021

Prosa poética del 2019. Amarte Contigo

Necesito decirte cuánto te quiero. Necesito decirlo con palabras, con besos, con caricias. Necesito desbordar mi alma. Necesito desplegar mi amor creyendo en la posibilidad de embriagarte con ello. Necesito olvidar que no me amas como yo a ti. Necesito que sea posible. Que sí me quieras o al menos me dejases quererte. Necesito encontrar las excusas apropiadas para perdonarte los desprecios. Necesito que me demuestres que me quieres, que sea verdad. Que no sea un delirio platónico que se autoengaña para no afrontar el rechazo. Necesito optimismo. Confianza. Que estés para mí. Ahí. Que no sea yo la única que siente por ti. Necesito que me abraces de verdad. Besarte. Dormir contigo. Necesito que la puerta se abra definitivamente y para siempre, o se cierre y se cure y pueda abrir otras. Pero prefiero que se abra. Aunque sea difícil. Cualquier otro nunca serás tú. Tu madre no tenía razón, no , tú eres único. Al menos para mí.


Necesito que me abras un camino para amarte dignamente.


Siempre intenté decir lo mismo. Te amo. Pero necesito tu complicidad para hacerlo dignamente. Porque siento que el silencio me acorrala. y no me deja respirar, me lo devuelve en forma de malestar y eso no lo quiero. No es aceptable ni tolerable. Y me indica que solo yo siento. Si el sentimiento no duele en sí pero sí duele sentir que no es compartido. No es que me ame poco, es que luchan dos amores que para ser enriquecedores deben estar sintonizados, el amor a otro y el amor por mí. Que amarme a mí signifique no exteriorizar el que siento por ti me aprisiona. ¿Por qué tengo que elegir?  ¿Por qué no puedo amarnos a los dos?


Que amarte no signifique dejar de amarme a mí, eso es lo que deseo. Que amarme no signifique dejar de ser yo. Que amarte signifique, actualice y reafirme el amor que por mí ya siento.


Y ya me amaba entonces, cuando me enamoré de ti. Me amaba. Y me amo. Pero no amo tu silencio. No amo esas respuestas o esa ausencia. Eso me duele, en la medida en que deseo, sin satisfacer se vuelve desagradable. Pero nace siendo bonito. Alimenta las ganas de más. Pero no llega nunca su satisfacción y es cuando empieza a jugar en contra. No soy yo, eres tú. No porque yo no me asuma como sujeto, sino porque me invitas a amarte y a abandonar. Me invitas a amarte en la medida en que eres. Y a abandonar en la medida en que no puedo ser contigo.


Decidí convertirte en poesía. Reflexión emocional. En conversación contigo sin ti. Puesto que cuando traté de conversar contigo, tú desaparecías. Al principio no supe interpretar tus silencios. Luego los vi rechazo. Después quise afrontar la derrota. Y aquí sigo, como si el tiempo se hubiera detenido, como si no me resignase a perder la esperanza y al mismo tiempo ya la diera por perdida. Tratando de hacer terapia poética que al menos no me fustigue por amar sin ser correspondida. No me reproche tu indiferencia, no me reproche mi deseo, no me culpe como si no me quisiera a mí. No me envenene tratando de odiar por eso. Buscando como aceptar vivir con este precioso tormento. Que quiere dejar de serlo, pero del que siento que yo sola no tengo la salida que más pretendo.


Se me ha ocurrido un buen final, para este nuevo comienzo, ya he dictado sentencia, y planeo tu penitencia. 

Quiero hacerte pagar tus agravios a orgasmos y cobrarme tus silencios a besos. 


Ojalá aceptases este dulce castigo.