31 de mayo de 2019

¿Por qué es necesaria la democracia? 13/1 2017

¿Por qué es necesaria la democracia ?

Copiada de demoamlat.com



Democracia es Ética 
La democracia es un posicionamiento sobre la vida en común ético.
No es una mera defensa de tomar decisiones de forma masiva, ni es votar por votar, ni elegir sobre todo. 
Democracia no es que todo se vote. Democracia no es un mero procedimiento, no es una cuestión meramente formal. No es elegir el concursante o el producto que más me gusta. 
La democracia es una forma de ver cómo debe ser la vida en común. Es una forma ética de pensar la organización social. La vida en conjunto: La política. Los asuntos de todas. 
Democracia es Procedimientos
Y uno de los apartados importantes aunque no el único, es cómo tomamos esas decisiones. Y por eso se necesitan procedimientos.
Procedimientos que quedan recogidos en un sistema. Pero procedimientos no es sólo el momento de ejecutar la decisión. Procedimientos también son, cómo se gestiona la información social, qué se decide y qué no se decide en esos procedimientos. Cómo se decide. Cómo se cuenta. Qué deciden algunos y qué deciden otros. Qué funciones tienen las estructuras que se crean y cómo se relacionan. Etc.
Democracia es justicia social
Y además de los procedimientos tiene que haber garantías y condiciones materiales de ese sistema basado en la decisión colectiva con pretensiones de igualar el grado de poder de sus miembros tomando como base ética que compartimos un espacio y tiempo que hay que organizar entre todas de manera que todas estemos agusto. 
Democracia es idea, proyecto y lucha
Por eso la democracia es ideológica y es una conquista, por eso cualquier avance democrático no es algo que ya existía o dado, sino que se luchaba exigía. Por eso el voto aunque no es suficiente es un avance frente al no voto, y es un avance democrático, pero queda mucho por hacer para poder hablar de una sociedad democrática.
El status quo es un resultado de luchas
Lo que tenemos actualmente es un engendro raro producto de luchas en sentidos contrarios que se dan al mismo tiempo, junto a herencias del pasado mezcladas con situaciones cambiantes del presente que van configurando encajes
Luchas que se siguen dando en condiciones desiguales, con algunos cambios entre conquistas y retrocesos, y cambios transversales del entorno.
El significado de democracia lo tomamos de nuestra experiencia, y del pasado
Y nacemos en un contexto dado, en una comunidad, que nos enseña los significados, a través de la experiencia que tiene de los mismos en la vida real, y en el estudio de la vida pasada.
Y entonces buscamos los significados de los significantes en la praxis, y en el propio lenguaje. En lo que nos dice un diccionario etc. O bien en lo que nos dice la historia sobre el origen del significante y el significado. 
Democracia también es una apuesta, una disputa, un horizonte
Entonces para hablar de democracia se van a Grecia, dónde se la denominó así. Algunos. Y otros se van a lo que "practican" como democracia. Y otros bueno discuten o sonsacan pelean el propio significado atendiendo a anclajes lingüísticos, históricos y vivenciales y participan en un intento nuevo de definición.

Poder del pueblo...
Poder del pueblo, sistema griego, actualidad, comunicación, significados, luchas, seres y deberes, ética...Perspectivas..
Porque claro ¿Qué es pueblo y qué es poder? ¿Cómo se manifiesta ese poder del pueblo?
¿Hasta qué grado tiene el poder un reparto colectivo en el traspaso de la idea teórica a la praxis política?
Y luego, que el pueblo no es un sujeto unificado sino una pluralidad amplia.
Entonces ¿Cómo lograr ese "autogobierno"?
¿qué criterios se establecen, y cómo se llevan a cabo?
¿Puede el pueblo tener el poder o mantenerlo si en el proceso en el que traspasa simbólicamente su poder, delega en los representantes tanto poder como para que escape a su control?
¿O puede el pueblo seguir teniendo el poder, si ni siquiera el equipo de personas en las que delega tiene suficientes mecanismos de soberanía para garantizar las condiciones en las que el pueblo mantenga sus condiciones de vida dignas?
¿Puede el pueblo tener el poder si la información llega de manera confusa y mezclada con intereses diversos que necesitan de interpretación compleja para ser comprendida?
¿Puede el pueblo tener el poder si el sistema no favorece una deliberación libre de influencias sociales, psicológicas demostradas en los experimentos de Asch, o de otros investigadores de la psicología social?
¿Puedo el pueblo tener el poder si sus capacidades de defender sus posturas están mediadas y su capacidad de propuesta por un modelo que reparte de forma desigual la visibilidad, la información, atención, e importancia entre sus miembros? 
¿Puede tener el pueblo el poder si cuando emite un juicio en forma de decisión desconoce las consecuencias posibles de ese juicio?
¿Puede el pueblo tener el poder si siempre es un sujeto pasivo sin verse en la situación de co-responsabilizarse?
¿Puede el pueblo tener el poder, si las decisiones se plantean desde el juego de intereses privados y no desde una óptica de debate sobre el bien comunitario real de cada cúal?

Capitalismo y democracia 25/03/2017

La democracia no puede ser la negación del poder popular








Democracia no es decidir quién manda. Es decidir entre todos para que nadie lo haga y todas podamos influir, convencer, construir.
Del mismo modo que la libertad no es la posibilidad de esclavizarte y perder la libertad, democracia no es elegir no poder participar. Ese es el límite que veo más claro para separar lo que es democrático de lo que no lo es. Y en ese espectro cabe hablar de muchas cuestiones que reducen las posibilidades de una participación democrática en igualdad de condiciones,  de un reparto del poder real. 
Tanto cuestiones formales de estructuras políticas organizativas como de cuestiones materiales que de facto reducen las posibilidades reales de participación en igualdad de condiciones. Ahí entrarían todo tipo de desigualdades de poder económico, poder mediático, poder simbólico, cultural.. etc. Algunas causas son formales, otras de tiempo, otras de información, otras de dinero. Pero todas aquellas circunstancias que en la sociedad agrandan las desigualdades de las personas respecto al poder constructor de su propia sociedad son obstáculos a la democracia.

Los obstáculos de tipo económico a la democracia: El capitalismo es un orden social jerárquico, que proporciona un contexto en el que se desarrollan los demás sistemas de ordenamiento político

El problema económico es político. La economía no está desconectada del problema democrático, todo lo contrario. Son dos polos del mismo problema. La ausencia de organización democrática no es una casualidad, es la consecuencia de un sistema organizativo del Poder a través de la esfera económica. 
Hay policía, leyes y cárceles, pero el mayor control sobre nuestra vidas y por tanto nuestro comportamiento, tiene una naturaleza económica. El mundo está construido con un fuerte control conductista a través del dinero. Los otros dispositivos son adicionales, secundarios. Y todo está configurado en términos de obediencia al sistema.
Desde mi punto de vista lo más problemático del sistema capitalista es su tendencia a reproducir los problemas que genera, porque principalmente instaura un sistema de poder a través de unas reglas de partida injustas además de irracionales. 
Es decir, no es sólo un mero sistema de reparto económico que genera tantísimo sufrimiento, sino que sobre todo es un modo de organizar la sociedad a través de una jerarquía irracional, al propio sistema.
 El motor de decisiones políticas es así estructurado a través de mecanismos desiguales, no democráticos, en cuyo fin está la lucha de poder a través de ese marco económico, monetario, de bienes materiales, finanzas etc. A través del cual somete, ordenando el mundo en torno a la lucha económica. Repartiendo poder en base a criterios irracionales.
 Es decir, el capitalismo impide el desarrollo político avanzado de la sociedad para someterla a su funcionamiento, incluso aunque coexistan sistemas reguladores al mismo tiempo que funcionen con otras lógicas. (Como la ley, el derecho). 
Genera el contexto más real sobre el cuál se construye lo demás, cuando debiera ser justo al revés. Nos atrasa como civilización. Nos deshumaniza. Nos convierte en bestias. Nos somete a su juego competitivo. Y del que no se puede escapar. Traslada digamos la política entendida como poder, reglas, libertad, conjunto de decisiones que debieran ser acordados socialmente, a un ámbito que está por encima de ese acuerdo. 
Saca el propio funcionamiento de reparto de poder del ámbito de las decisiones, de las decisiones que debemos tomar quiénes convivimos en esta sociedad. Crea un juego de la vida distinto y paralelo a los demás "juegos de gestión de la vida", a los cuales somete. Como si fuera un terreno material natural en lugar de una invención:

El capitalismo como un modo de ordenar de manera jerárquica la producción y la distribución

No es el sistema capitalista el que te da acceso a bienes. Es el trabajo de otras personas del mundo y el tuyo el que te permite vivir bien, acceder a bienes. Disponer de tiempo es algo que te permite un nivel económico, que tampoco es el sistema capitalista quién lo procura.Lo único que hace el sistema capitalista a falta de una alternativa es promover orden. Un orden malo, pero un orden. 
Es un modo de gestionar la sociedad. Pero no es el mejor modo de hacerlo. Es un modo injusto, desigual, precario. No es un modo democrático. Es un modo jerárquico. 
Un modo que necesita someter al resto. Tapa el problema del poder. Con el propio poder. Sustituye la jerarquía personal por la jerarquía económica que también acaba siendo personal. Sustituye la justicia por el "tonto el último " la competición perpetua. Es así como mina las relaciones sociales. 
Tapa la gran pregunta, las grandes decisiones, el desarrollo de un sistema siempre imperfecto e inacabado que busca la justicia y el bien común. 
Es una propuesta de gestión de la sociedad basada en competir. Basada en la lucha. No basada en un diseño pensado para mejorar. Pero además tampoco es una competición sana en la que se compite en calidad. Sino que la competición está mediada por otras variables que son las que acaban importando:
 
Cómo vender algo. Cómo crear la necesidad. Incluso llegando al extremo de potenciar guerras sólo para vender la maquinaria que se necesita. O preferir no curar sino paliar una enfermedad porque así la necesidad persiste y por tanto puedo generar poder (dinero) en base a esa necesidad. 
Es realmente perverso. El funcionamiento de la sociedad que deberíamos estar construyendo ya se posterga así, y ralentiza su llegada. Cuesta incluso pensar en alternativas. No aprendemos a funcionar sin esa lógica de poder. 

Porque hasta para destruir este sistema de Poder, es necesario el poder dentro del mismo sistema. 

Negarse a mandar es pienso la única manera de conseguir que el poder que se construya en alternativa a este sistema de poder no nos devore y absorba haciendo parte del mismo juego. 
Pero esto no ocurre de forma inmediata ni en el aire. Vivimos en un espacio tiempo. El sistema no se deconstruye en un momento. Se necesita deconstruir y construir al mismo tiempo. Y eso es tremendamente difícil, pero no imposible. Deconstruir la manera en que con este sistema se desarrolla la vida, y al mismo tiempo construir la alternativa. Y a la vez luchar contra las resistencias de la propia sociedad y de los que se benefician del mismo, al cambio.
Hoy también tenemos cartillas de racionamiento: Se llaman salarios. Las diferencias en cuanto a libertad son gestionadas de diferente forma. Pero es un racionamiento igual. El tema no es racionamiento sí o no, sino de qué manera se programa el mismo. En ese sentido el lado positivo del dinero es que permite tener un sistema que cuantifica una cuota de acceso a bienes y servicios de lo producido por la sociedad. 
Ninguno de los dos sistemas que se contraponen históricamente me parecen los idóneos. Ni el dinero tal y como funciona en el sistema capitalista con sus múltiples injusticias, ni el racionamiento dirigido hasta el punto de aniquilar la posibilidad de elección de las personas sin tener en cuenta la diversidad de necesidades y gustos etc. 
Estoy hablando de la cuestión de la distribución de lo producido y la cuota de acceso que siempre habrá una cuota necesaria para aquellos recursos que no son inagotables. 

Pero hay un problema con la producción también, y cómo se decide esa producción en el sistema capitalista

Cuánta es necesaria, y cómo se gestiona la inversión a realizar de producción. 
En realidad nada de esto tiene que ver con el dinero si nos abstraemos del sistema económico que rige la sociedad. Sino con la gestión del conocimiento, el trabajo y el tiempo. Las prioridades, los límites de la naturaleza, las realizaciones personales etc. 

El dinero: Cómo ordena el reparto de bienes pero tampoco es democrático per se:
El dinero tiene una parte buena de cuantificación de la que quizás no haya que prescindir de forma absoluta. Siempre y cuando se modifiquen otros parámetros de funcionamiento del mismo sistema. Al fin y al cabo el dinero no es más que un invento convencional humano. Un invento político. Una ficción que genera realidad. Y tan reales consecuencias. Pero que no deja de ser un invento que tiene legitimidad por tener un respaldo político social. De toda una arquitectura legal, una costumbre y praxis profundamente instalada en el corazón del funcionamiento económico. Con cuantificación, me refiero  a que ordena, aunque sea de manera injusta, las capacidades de acceso a bienes, de poder, de gasto. La cantidad a través de la cuál se reparte una especie de cuota de posibilidades económicas, que van desde el nivel de vida, hasta el poder político en más altas esferas.
Es decir, lo que habría que acabar es con el poder que otorgamos al dinero, no con el dinero mismo. Y con las posibilidades de gestionar ese recurso ficticio. Que no sirve más que cómo un medio de cuantificar acceso a trabajos que necesitamos intercambiar. Un modo de medir. Los demás usos sobran.
Hay muchos problemas sociales derivados de la insatisfacción con este modo de vida. Necesitamos sistemas que tengan lo mejor del conocimiento y la libertad.
Pero que no seamos las comunidades las que tomamos las decisiones sobre qué se produce, cómo, y cuánto, no significa que esas decisiones no estén siendo planificadas por personas con diferente criterios para ello. 
La principal diferencia entre la planificación consciente, desde un Estado democrático, o la planificación proveniente de otros actores privados, es el motor que motiva esas decisiones, y la capacidad diferente de los actores sociales de tomar parte en esas decisiones que rigen nuestra vida. 


Democratizar es también decidir sobre economía, pero ¿Cómo decidir colectivamente?

La idea de democratizar la sociedad contemporánea debería ir por decidir colectivamente todas esas cuestiones pero no tiene porqué ser decidir todos y cada uno de los detalles porque eso también sería un sin sentido. Ahora bien, sí podrían separarse estas producciones y su gestión de lo que es el reparto de sus frutos. Es decir la distribución de la riqueza. En cierto modo eso es lo que se empezó a hacer en Cuba en su momento. Desligar precios de costes y beneficios empresariales. Pero claro, a una escala en la que el contexto internacional funciona en otra lógica y siendo una isla muy pequeña, que no cuenta con todos los recursos del planeta. 
Conectar los avances democráticos con la distribución económica y la producción es el reto fundamental. Pero también las leyes y sistemas que rigen estas nuevas formas de producir, distribuir, organizar, gestionar la vida en sociedad para generar un verdadero sistema democrático, y por tanto al servicio de una buena vida para todas las personas y que tenga en cuenta los criterios ambientales, de salud, de en definitiva, las necesidades humanas. 



UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA :MUJERES AL PODER. 11/02 2018

 Un típico debate cuando se habla de democracia es ¿Y qué pasaría si la gente tuviera más poder y no es de pensamiento tan democrática? 

Copiada de GNDiario



En la misma línea está ¿Y qué pasa si hay mujeres en el poder y no son feministas? ¿Qué ocurre si las mujeres en cargos directivos no sirven para cambiar la cultura jerárquica? ¿Qué ocurre si otorgamos el voto a la mujer y vota a la derecha? Pongo estas preguntas a modo de introducción contextual para hablar de que hay principios que no son o no deben ser reivindicados solo en su aspecto instrumental, porque son una cuestión de justicia.
 
LAS MUJERES Y SU LEGÍTIMO DERECHO AL PODER

Parece que si una mujer ocupa un puesto de poder y no supone un cambio cualitativo en la administración del poder, es un problema y no sirve para nada, porque el objetivo es que haya un cambio en los modos de poder. Pero que los hombres ocupen o sigan ocupando esos puestos no es un problema aunque sigan con el modelo de poder habitual.
¿Por qué se les pide o exige incluso a las mujeres tener que aportar un valor extra a su legítimo derecho a ejercer en plano de igualdad lo que hasta ahora le es vedado, y no nos interesa si no va acompañado de otros cambios? 
Es un argumento que suelo ver muy a menudo, y que me parece perverso. Me parece perverso porque enfoca la cuestión no como la injusticia de la que se parte, sino como un uso instrumental que si no llega a la suficiencia de lo que se espera que realice, se considera innecesario. Me parece un enfoque más de discriminación de las mujeres. Las mujeres tenemos derecho a ser tratadas como iguales incluso aunque no vayamos a suponer un cambio cualitativo de mejora con respecto a los hombres por el simple hecho de que lo que se reivindica es un derecho. Si además esto trae un cambio más cualitativo mejor, pero el motivo fundamental de reivindicar la participación en igualdad con respecto a los hombres en el poder, no debe ser que sólo si las mujeres van a suponer un cambio entonces puedan acceder en igualdad de condiciones. 

EL VALOR DE LAS MUJERES Y EL VALOR DE LO FEMENINO

Ahora bien, el patriarcado ha colocado en distintos roles a mujeres y hombres, de ahí que esos roles que son estereotipos sean el imaginario de valores que han sido degradados y jerarquizados, de tal manera que todos los valores asociados a lo femenino son los apartados del poder. Lo que se ha valorado por la sociedad se ha construido como lo masculino y esa masculinidad con poder ha construido los espacios y dinámicas de poder. También hace falta cambiar esa construcción. Y darle valor e importancia a la esfera esterotipada y no real, de lo que se llama femenino. Pero ojo, una de las principales reivindicaciones feministas, es no, las mujeres no tenemos que ser femeninas. En un sentido de no tenemos que conformarnos con el rol de ser para el otro, cuidar , agradar, someternos etc. Y los hombres tampoco ser lo masculino, mandar, ser para sí mismos, competir etc.. Ambos, debemos valorar las cualidades de ambos estereotipos y ser mixtos. 

Pero lo que ocurre es que ahora se reivindica que la mujer permanezca en ese papel femenino que es oprimido, y que solo desde esa feminidad pueda actuar en el poder. Algo muy contradictorio. En el que se critica a las mujeres por considerar que los rasgos propios son masculinos. Y es que a veces parece que no olvidamos que lo masculino y lo femenino son construcciones no reales. Al igual que el cartel famoso de "hay que destruir esa idea de que las mujeres hay que respetarlas por ser esposas, madres o hermanas y apostar por la idea de que hay que respetarlas por se personas" Lo que estoy diciendo se podría resumir en "Hay que destruir esa idea de que las mujeres tienen valor por ser femeninas y empezar a construir la idea de que las mujeres tienen valor por ser personas" 

DEMOCRACIA,Y RENTA BÁSICA OTROS EJEMPLOS DE CAMBIOS BUENOS PER SE, QUE TAMBIÉN MODIFICAN EL CONTEXTO DE MANERA CUALITATIVA

Lo mismo pasa con eso de la democracia participativa, es cierto que muchas pensamos no obstante, que los cambios en sí mismos ya generan dinámicas que amplían las posibilidades, y que el hecho de incluir miradas distintas ya supone un cambio cualitativo, pero no es la razón fundamental por la que se exige una participación más directa. Se exige porque la democracia para ser tal debe ser esa construcción colectiva. De modo que no es un cálculo exclusivamente de las mejoras que puede conllevar y la valoración de riesgos que puede traer sino una cuestión de justicia. 

Por supuesto la democracia tiene contenido, y el feminismo también lo tiene, pero tanto en el feminismo como en la democracia uno de los contenidos es el proceso, es la inclusión, es una parte del contenido. Que a la hora de argumentar, además añadamos las potenciales ventajas que tiene indirectas de mejora, no significa que el debate sobre el tema deba quedar marcado por esas ventajas o inconvenientes. Pasó en la segunda república, con el derecho al voto, y pasó por supeditar ese derecho al voto a la condición instrumental de si era bueno o no para la república. Pero oiga, la propia idea de república no es república sin las mujeres. Para que hubiera república era necesario que no suficiente ese voto, para que haya democracia es necesario y no suficiente esa inclusión, para que haya una sociedad igualitaria es necesaria y no suficiente la inclusión de igualdad de la mitad de la población en los órganos de poder. 

Pasa otro tanto con la renta básica. La renta básica es una medida para garantizar un derecho humano a la existencia, con su acompañamiento de la libertad que constituye la garantía material de la existencia. Pues bien, a ello se le pide a menudo que tenga que ser la solución al capitalismo. Las ventajas que conllevan la renta básica se puede argumentar que mejora las condiciones en las que ese capitalismo puede ser enfrentado, también mejora la desigualdad, pero no es suficiente, claro que no. Pero sí es una medida que puede resultar necesaria. Necesaria si queremos un mundo en el que tengamos un mínimo de libertad. Un mínimo en el que partimos de una base desigual en el que esa libertad ya la tiene mucha gente de otras maneras, pero no la mayoría.