4 de octubre de 2018

En defensa de Juana Rivas 27/08/2017





No avanzamos 2017


No concibo como puede pasar en 2017 que estamos y que muchos presumen de igualdad en contra de las estadísticas, de los casos de violación, de los casos de maltrato, asesinato, y de otras muchas violaciones sistemáticas de los derechos de las mujeres que suceden en total normalidad y sin que a nadie se le mueva un pelo, una situación como esta. En primer lugar, una gran cantidad de gente ya condena a Juana sólo por el hecho de haber incumplido una ley. Una ley que se supone que debería estar para protegernos en estos casos y que sin embargo, en este caso ha actuado para maltratar y agredir a una mujer por partida doble.


¿Está mal la ley o su aplicación? Puede que las dos cosas pero.. 


En segundo lugar la ley internacional en el Convenio de Estambul sí admite competencia de los Estados de juzgar la denuncia presentada por Rivas de maltrato, la cual se ha tramitado tarde y mal a Italia bajo el pretexto de que en España no se tiene competencia. Eso es falso según este convenio. Pero además se habrían incumplido también los artículos referidos a la victimización secundaria. La victimización secundaria por si algunos no saben lo que es, es el fenómeno por el cuál una víctima, (Cualquier víctima, no sólo en materia de violencia de género) es de nuevo agredida por el comportamiento de otros actores en relación a los hechos que la hicieron víctima. Y esto es lo que ha pasado desde el momento en que se le pretende arrebatar a los niños tratando el caso como si se tratase de un secuestro, cuando eso no es así, por mucho que la justicia diga lo contrario.

Las campañas políticas y la justicia ¿Basta con denunciar? 

Estamos hartos de ver campañas de sensibilización dirigidas a las víctimas de malos tratos para que escapen de esa situación, esas campañas se hacen porque sabemos que el maltrato psicológico deja secuelas graves que impiden en muchos casos a las propias víctimas ver salida y que en muchos casos tienen un enganche con la persona que las maltrata. Un enganche que es producido por la anulación que le provoca el maltrato a que se las somete. Pero ¿De qué sirve que ellas tomen la valentía de hacerlo si después los tribunales e instituciones las desamparan y encima en este caso la someten al escarnio público cuestionando su veracidad y obligando a la madre a dejar a sus hijos en manos de una persona a la que ha denunciado por maltrato? ¿Es esto lógico?

El convenio de la haya para el caso sin maltrato 

El convenio de la haya no tiene un protocolo claro para estos casos pero sí contempla la prevención de riesgo para los menores, prevención que en cualquier caso en el que exista un contexto de maltrato y de denuncia debería ser suficiente para al menos aplazar la decisión hasta esclarecer los hechos. Lo que no se debe es que a través de un instrumento civil alguien sobre el que pesa una denuncia penal de este tipo, y en una situación en la que cualquier madre haría lo mismo, el maltratador pueda hacer uso de la propia justicia para seguir infligiendo daño a su ex pareja a través de los menores. El convenio de la haya no está pensado para casos de maltrato, está pensado para casos en los que una pareja no se ha puesto de acuerdo y ninguno de los dos pueda tomar una decisión arbitraria de llevarse a los niños sin el consentimiento del otro. Repito, en una situación normal en la que no hay ni antecedentes probados de maltrato físico ni psicológico, no para una situación en la que sí existen estos precedentes.


¿Haya o Estambul? ¿Cuál es prioritario y por qué? La protección a la víctima


 Además el convenio de la haya no debería anular u obviar el convenio de Estambul que obliga a los poderes públicos a proteger a la víctima y a sus hijos y que asigna la competencia de juzgar el caso tan sólo con que la víctima sea nacional. Juana es nacional, y no hay ningún motivo por el cuál este caso no pueda ser analizado en España con la colaboración de Italia también. Pero lo más importante debería ser proteger a la víctima y eso supone no permitir que se la juzgue, condene, busque, e impute por algo que cualquier persona tiene el derecho de hacer en una situación semejante: Huir y proteger a sus seres queridos. Además, algunos dicen ¿Y si no? ¿y si miente? Bueno, ¿Y si no miente? Respondería, pero también respondo a eso. Vamos a suponer que todo es un montaje, que Juana es en realidad una malvada madre etc. ¿No debería al menos antes desestimarse la otra posibilidad? ¿No debería ser juzgado primero la situación de maltrato por parte de la justicia antes de tomar cualquier decisión sobre los menores? La única diferencia que hay en este caso y que permite al padre interponer la denuncia con un caso en el que esto ocurriera en el ámbito nacional, es que en este caso Juana se había ido a vivir fuera de su país natal a cuenta de la relación que mantenía. En cualquier caso de maltrato , la mujer sale con los niños de esa casa, o bien es él el que es alejado de ella para protección de la familia ante una denuncia, pero en este caso como es lógico y por la situación económica y nacionalidad de la víctima, ella se siente más segura en su propio país y en lugar de irse a otro sitio de Italia se vuelve a su lugar de origen. Algo completamente comprensible para cualquiera. Y ahí es dónde nace la posibilidad de que esta madre sea denunciada por la persona que la ha maltratado. Es completamente injusto, y una total irresponsabilidad por parte de la justicia no haber desestimado la denuncia de Arcuri, dado el contexto de maltrato que existía, y no haber tramitado la denuncia en el momento en que se puso. ¿Alguien puede decir con la mano en el corazón que no hubiese hecho lo mismo que Juana? ¿Alguien puede decir que es delito en una situación así hacer lo que ella hizo? No es normal que se esté dando la vuelta a la tortilla de esta manera en que ella es la mala, secuestradora, delincuente y demás sólo por resistirse a un sinsentido. Pero no, no se equivoquen, no sólo se trata de despenalizarla, también se trata de protegerla y de priorizar lo que debe ser priorizado. Y está claro que la prioridad no es que los niños sean enviados a Italia, ni con su padre. ¿Qué haría yo si fuera la juez de este caso y no quisiera perjudicar a ninguna de las partes hasta juzgar la denuncia interpuesta por Juana? Pues muy sencillo, aplazaría cualquier decisión sobre el juicio civil hasta la confirmación de los hechos por los cuales tiene lugar la actuación de la acusada de mi caso. Propondría el juicio sobre maltrato y se la pasaría al juzgado correspondiente en España, pediría la colaboración de Italia y argumentaría posibles riesgos para la salud psíquica de los menores, y por último dejaría a los niños con la madre, permitiendo visitas al padre sólo bajo vigilancia en aras de permitir a su padre ver a los niños pero también protegerlos como medida cautelar porque , la condena que tiene cumplida ya está cumplida pero es que de nuevo pesa sobre él una acusación de reincidir.
Presentación 

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