4 de octubre de 2018

¿En qué se parecen un terrorista y un titiritero? Febrero 2016

¿En qué se parece un terrorista a un titiritero?
 

Qué es terrorismo y qué no, quién construye nuestra idea del mismo. No pueden seguir usando el terrorismo extinto ya , para atacar continuamente a la alternativa política. Terror , es que te asesinen, desde luego. Pero terror, también es que te encarcelen siendo incocente. Es lo que se llama terrorismo de Estado. Terror, también es que te quedes en la calle, o que te echen de tu casa porque al quedarte sin trabajo no has podido pagar la hipoteca. Terror, es ver cómo los que están en el gobierno, en vez de velar por la ciudadanía, la atracan. Terror, es tener miedo, no tener seguridad vital. Miedo a ser despedido, miedo a la exclusión, miedo a la represión, miedo al sexo opuesto, miedo a ser víctima de un escarnio público siendo inocente, miedo al paro.. a morir de frío, hambre, enfermedad curable..Todo ese miedo generado y promovido es terrorismo también. Terrorismo, es el que está haciendo Europa con los refugiados sirios, que vienen huyendo de un terror y se encuentran aquí con otros. El terrorismo, también se hace por omisión. Ya que permitir que estén miles de personas a la interperie, permitir que sean violadas a cambio de pasajes, permitir que desaparezcan niños, prohibir que pasen personas que huyen de una guerra por tu país con castigo de cárcel, o que les puedan tratar de forma insensible y dejarles morir de frío; es Terrorismo. Insisto ,Terrorismo es lo que causa terror por la fuerza. Eso puede achacarse a bandas armadas ante una población indefensa, pero también puede achacarse a gobiernos, al Estado y sus actuaciones abusando de poder, protegiendo un sistema en el que hay unos pocos privilegiados con un inmenso poder que imponen las condiciones de existencia de los demás, en muchos, demasiados casos ,son condiciones de miseria, nueva esclavitud, miedo, abusos, ignorancia, y manipulación.< Como decía Rosa de Luxemburgo, si no te mueves, no notas las cadenas.

 ¿Quién nos protege del abuso del poder mediático de las grande cadenas controladas por el poder financiero? ¿Quién nos protege de los "complots " o las trampas, de la "caza de brujas"? ¿Quién nos protege del secuestro de nuestra soberanía como país, o del poder que ejercen sobre nuestras vidas las grandes corporaciones trasnacionales?

La principal baza que usan para meternos la idea en la cabeza de lo que nos debe asustar y lo que no , es la ignorancia y la manipulación. Así, cuando intentan asustarnos ,mezclan la realidad con el engaño. Manipulan, tergiversan e inventan. No trato aquí de justificar comportamientos de índole destructivo. Pero sí ,señalar algunas cuestiones sobre esto del terror y el terrorismo y cómo se construye un discurso que manipula la verdad, respondiendo a intereses y que juega a favor del poder establecido, e incluso después ejerce por asociación influencia, para muchos otros conflictos.

 El terrorista, es dibujado como alguien "loco".


Como alguien sin escrúpulos, despojado de raciocinio o de sentido. Impredecible, y absurdo. Esto no es casual. Es el mismo mecanismo por el cual, el pobre es dibujado como vago, con poco talento, perdedor, drogadicto o culpable de su miseria. Como podemos ver, discursos distintos de problemas distintos pero con enfoque común: Una explicación funcional al sistema, funcional al conformismo, funcional al inmovilismo. Funcional a todo lo que presente oposición a unas normas que han sido impuestas por los que mandan. A un entramado de reglas que cronifican la injusticia. En el caso del terrorista, se apuesta por esta visión de la locura, ya que da más miedo, lo que se desconoce y no se controla. Es decir, la arbitrariedad monstruosa que se asocia, a la eliminación de los motivos que subyacen a su lucha. Ya que, el no haber reglas claras hacia el "castigo" que aplican, parece más difícil de evitar. Es decir, da más miedo un loco que mata indiscriminadamente, que un Estado que sólo persigue a "los malos". De este modo se justifican muchas guerras. El enemigo es "el otro" el malo es el otro, y por tanto para protegernos de su maldad tenemos que aniquilarle. Cuando ya se ha conseguido construir la personificación de la maldad, y se ha hecho en oposición a la legalidad vigente, es cuando se produce la legitimación para destruirlo.

 Con esto, no estoy diciendo que no haya juicios morales sobre lo que está bien o mal, ni que automáticamente unos sean malos o buenos en función del lugar que ocupen, lo que digo, es que se construye toda una serie de mitos, y personajes para dar una versión de la realidad.

Y esa versión de la realidad pueden darla con mucho más poder quiénes establecen las condiciones de poder en la sociedad y cómo debemos ser, pensar y vivir todas conforme a ellas. Así, conviene crear determinados estereotipos según el tema en cuestión. Diferente en el caso de la pobreza, y en el caso del poder o el monopolio de la fuerza. El terrorista es la encarnación del mal injustificado, el mal cruel, el mal enemigo. Sin embargo, el Estado es el resultado de "democracia", la "ley" o "la libertad".

Libertad, democracia y ley que sólo son tal en los parámetros establecidos a conveniencia dentro de una reglas del juego trucadas por ellos mismos. Pero que se las ingenian, para que interioricemos como "buenas". Es importante clarificar estas cuestiones y conocer el funcionamiento político, para darse cuenta al menos de cuál es la realidad en profundidad, y tomar una postura informada y libre. Pero en este sistema, no se fomenta el conocimiento real de las cosas. Nos construyen un discurso calculado sin entrar en profundidad y nos van acostumbrando a la obediencia desde que somos pequeños. De modo , que el abuso dentro de las normas es aceptado, y el abuso fuera de ellas es perseguido. Pero las normas son generadas por quiénes mandan. De manera, que la realidad normativa llega a tal estado de perversión, que la normalidad es el abuso sistemático, y quiénes se oponen a él son castigados y tergiversados.

La justificación de la violencia del poder  y su introyección en las mentes


Si observamos las películas de USA, por ejemplo, podemos observar como se produce una interiorización de los contextos y fenómenos sociales en que se produce violencia. A menudo vemos por ejemplo, muertes colaterales. El protagonista bueno suele estar en el lado del Estado, usan violencia sin ningún tipo de cuestionamiento. El enemigo es desconocido, no hablan con ellos, no saben quiénes son, no saben como piensan ni siquiera se lo plantean, es una guerra y ellos están ahí para combatir. Cuando matan en una persecución a gente en la carretera,(algo muy típico de las pelis americanas) nadie se pregunta por esas personas, ni quiénes eran ni nada. Se "normaliza" y trata de hacernos interiorizar las muertes colaterales, ya que nos explican una historia que sitúa como más importante la misión de los protagonistas. El malo suele tener visiones caricaturizadas y responder en alguna medida a enemigos reales de su visión política. Así, el terrorista que quiere volar Wall street es ruso, y ataca la bolsa. Y por supuesto no se le dibuja como una persona buena, sino como un "loco". Los combatientes que matan igual o más, sin embargo , son héroes de guerra. Nos hacen empatizar.

¿Con qué empatizamos? 


Con el sentido de esa lucha. Con el sentido que nos lo presenta como el bien contra el mal. Es lo mismo que se hace con el terrorismo y por lo que conviene que sean "locos". Ya que con la locura y la arbitrariedad es muy difícil empatizar. Razón por la que a menudo, desconocemos los hechos de muchos conflictos políticos o asistimos a campañas manipuladas, para impedir la empatía de cualquier tipo y asegurar la fidelización al régimen que se erige en defensor o héroe ante las amenazas. Al mismo tiempo que construye un enemigo fuera de su autoría, que permite escurrir el bulto de sus propias acciones de terror contra la población. En todas y cada una de este tipo de campañas, la misión es señalar un culpable de los males como ocurría en otras épocas (de ahí la expresión caza de brujas para referirse al uso de chivos expiatorios), y al mismo tiempo ocultar las responsabilidades propias. Así se matan dos pájaros de un tiro. Se demoniza a los adversarios y se desplaza el odio hacia ellos, y al mismo tiempo creas la historia, el relato al cuál puedes continuar recurriendo de forma continua. Además el relato no entra al fondo de la cuestión, sino que una vez ha calado en la población que las brujas son malas, ya solo tienes que acusar de brujería a cualquiera que se interponga en tu camino. Cuando has demonizado a un grupo que usa la violencia, ya solo tienes que acusar de eta a todo quisqui.

Tapando la discusión


 De manera, que además se invisibiliza la discusión política, ya que en una batalla del "bien" contra el "mal", no cabe ningún argumento. Es una cuestión esta muy espinosa y profunda. Pero que merece ser reflexionada. ¿Por qué a veces está justificado matar y otras no y de qué depende? ¿Qué actores de la película somos nosotros? Es nuestro miedo el que es manipulado. Nadie quiere ser asesinado ni que le maten y en principio matar tampoco es un deseo de las personas en general. Sin embargo si vienen a matarte, todos entendemos que puedes defenderte. ¿Qué pasa cuando es, un Estado entero ,el que usa todas sus armas para aniquilarte? Que conste, que no estoy diciendo (ni mucho menos defendiendo) que la acción como respuesta deba ser alzarte en armas, solo trato de polemizar sobre nuestra transigencia a la violencia, de dónde viene y porqué, y cómo se produce en muchos casos un estado de indefensión ante lo que puede ser terrorismo de Estado. Hemos llegado incluso a un punto, en que mencionarlo, discutirlo, o plantear cuestiones como este escrito por ejemplo ,son perseguidas, aunque sea de alguien que no ha matado ni una mosca. El hecho de que se use la palabra Eta, en una pancarta de una obra de guiñol, ha motivado una exagerada respuesta por parte del Estado, del público y demás contra dos personas que sólo reproducían una obra crítica con respecto a esta cuestión. ¿Cómo hemos llegado a este estado de censura? Si yo fuera alguien conocido, quizás con este escrito me mandaban a la cárcel o me tachaban de asesina. Esto no se puede consentir. Pensar, hablar, discutir, reflexionar, teatralizar , etc. , en ningún caso pueden ser tildados de terrorismo. No pueden ser criminalizados. Es ridículo. Es muy fácil hablar y muy difícil matar a alguien o poner una bomba. No nos dejemos devorar por el miedo y el absurdo. Ya está bien de la doble moral que impregna nuestra realidad política y social. Nos están aplicando lo que se llama "el derecho del enemigo". Así, vemos como mientras un pederasta estaba en la calle, y un partido podrido de corrupción dirige el país, unos artistas callejeros comprometidos, eran secuestrados por el Estado, sometidos a escarnio público, juzgados y atentados contra su intimidad y su existencia siendo señalados y difamados injustamente. Es hora de que despertemos, independientemente de dónde hayamos nacido o estudiado cada cuál o el dinero que tengamos o no y a quién hayamos votado. No hay peor ciego que quién no desea ver. Abramos los ojos, porque si consentimos que esto pase, un día la bruja, o el titiritero, y terrorista, seremos nosotr@s.

 Alejandra Petrovich

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