LAS MAYORÍAS: UNA ASPIRACIÓN, NO UN PUNTO DE PARTIDA
Yo creo que la influencia política personal y de partido no consiste en una obediencia a las masas sobre lo que quieren o no desde un punto de vista liberal. La intervención social y política que busca transformar, analiza la realidad problemática y no se conforma con ella sino que busca intervenir para cambiarla, independientemente de si una postura es o no mayoritaria, pues las cuestiones de justicia social no se miden por la cantidad de apoyo que suscitan. Cualquier movimiento transformador y oprimido suele empezar siendo una minoría ya que la "norma" que se pretende cambiar es la mayoritaria ya sea impuesta a través de seducción o miedo.
La importancia de los medios de comunicación en política es verdaderamente importante por esto porque constituye un poder en una batalla política que es fundamental en el terreno ideológico, y de construcción de explicaciones de la realidad.
Es decir, que aunque ahora sabemos que Pablo Iglesias dijo aquella frase requetepensada para ganar una batalla política en Vistalegre , tenía razón en algo. Me estoy refiriendo a "Yo también soy un militante"
Es decir, la batalla política consiste en luchar ideas, proyectos, conquistas, que no son renunciables por el hecho de no ser mayoritarias, sino que se da por hecho que lo son cuando deben ser luchadas. Si fueran mayoritarias no haría tanta falta la concienciación y la lucha ideológica que implica, el debate, la discusión, etc. Ninguna lucha o conquista de derechos parte de una condición ganadora de partida. Pero sí se agarra a principios que sí tienen una aceptación mayoritaria para defender su propia causa. O al menos a aquellas realidades que sacan a relucir su injusticia, y la legitimidad de lo que se quiere conseguir.
LAS CONDICIONES OBJETIVAS Y SUBJETIVAS
Cuando se apela a una mayoría social que sufre, no necesariamente esa mayoría social piensa como tú, pero lo que sí se puede constatar es que vive de un modo muy similar, o es afectada por las mismas políticas de un modo negativo.
De ello se deduce, que serán los primeros interesados en cambiar aquello que les afecta directamente.
Sin embargo, esto no siempre coincide, muchas veces porque esa sociedad, también está condicionada por los propios relatos configurados por el poder que le tiene sometido, y al mismo tiempo seducido, pero otras veces el propio sistema de partidos es el que dificulta que las demandas ciudadanas de sentido común sean ejecutadas, ya que han debido pasar el filtro de confianza en un grupo de personas, en el que se mezclan más factores, que no tienen que ver con las cuestiones políticas demandadas.
De modo, que se vuelven impotentes por parte de la ciudadanía sus fuerzas para llevar a cabo demandas.
NI DE IZQUIERDA NI DERECHA: DE LOS GOBERNADOS frente a GOBERNANTES
Y aquí el 15M fue un ejemplo. Porque la simpatía que obtenía el 15M NO VENÍA como una identificación con las personas o grupos que se manifestasen, sino con un conjunto de demandas que habían sido excluidas tanto del partido que teóricamente canalizaba un sentir, como el otro. De ahí que no pudieran ser identificadas en izquierda derecha, en el sentido de que eran mucho más compartidas entre los gobernados con independencia de la identificación de cada cuál con un partido o su pensamiento. De hecho en las conversaciones y discusiones se repetía mucho la búsqueda de consenso no como algo sacralizado, sino como una forma de distinguir lo que eran demandas fuertemente respaldadas con independencia de la ideología de cada cuál, de aquellas que sí tienen un sesgo más ideológico. Por eso eran transversales. Pero eso en absoluto significaba que hubiera un grupo social que pudiera ser representado como un todo compacto homogéneo.
La conclusión a la que llegamos una parte de la sociedad, creo que tiene que ver con la impugnación de un método de recogida de la soberanía nacional en el que pueden estar de acuerdo conservadores y progresistas. Eso no significa que no veamos muchos otros problemas, que tienen que ver con nuestras propias convicciones y que profundizan más en el problema de nuestro sistema político desde concepciones ideológicas. Al final la propuesta de cambio de método también está influenciada por una forma de pensar. Esta impugnación del método de soberanía se da en contraste a un discurso , que nos cuenta que este sistema es democrático, a la que se le oponen argumentos en su propios términos con respecto por ejemplo al sistema electoral, o a la relación de poderes, sin que ellos signifique dejar de lado ver otras perspectivas impugnadoras de tipo anticapitalista que también forman parte de la impugnación formal, pero además impugnan también el sistema económico que está ligado a ese sistema político, y los dispositivos culturales que refuerzan al mismo controlados a través del poder que retroalimentan. (Medios de comunicación de masas por ejemplo).
LA CRISIS DE LEGITIMIDAD, AGRAVADA POR LA CRISIS ECONÓMICA
La crisis de legitimidad del sistema político es previa a la crisis económica del capitalismo, pero estalla después porque es cuando más gente se encuentra motivada a focalizar su atención en qué está pasando. De ahí que hablemos de "despertar" del 15M. No porque la gente antes no tuviera apatía, o divorcio con el sistema político de forma creciente sino porque a pesar de ello, vivía conformado sin quizás graves problemas que le hicieran ir más allá. Además de esto, coincide también un cambio generacional que se manifiesta, que apenas empieza a interesarse por su momento vital, y que ha nacido en un momento y con un discurso de la realidad que empieza a resquebrajarse ante sus ojos.Que no vivió la dictadura,y que por tanto no tiene los condicionamientos propios de ella y que posee una cierta valentía de la ingenuidad.
Además la crisis es denominada estafa, porque se convierte en la excusa para llevar a cabo reformas de corte neoliberal, es decir, nos encontramos en un proceso de cambio, pero no en un proceso de cambio emancipador o progresista sino en un retroceso de derechos y libertades llevado a cabo por la élite, que transforma el pacto social demócrata (Que estaba denostado también desde diferentes perspectivas ideológicas ya sea por insuficiente o por innecesario según fuera) en un sistema más mercantilizado en todos los aspectos. Y en esas estamos hoy.
La globalización neoliberal sigue en marcha y no parece que le esté saliendo nada mal. Es más si miramos a nivel internacional la cantidad de fracasos que estamos teniendo en tan poco tiempo, nos damos cuenta de que estamos en un momento de retroceso.
LA VIVIENDA, DESDE EL SISTEMA CONTRA EL SISTEMA
La pah, triunfa porque cuestiona el proyecto neoliberal desde un ámbito muy personal, por quiénes son directamente atacados por el poder de los bancos, y desde las propias coordenadas del sistema. La pah no se sale de las coordenadas del sistema económico capitalista, exige un mínimo muy mínimo dentro de esas condiciones, y se ampara en una contradicción constitucional del pacto socialdemócrata en una economía de mercado como es el reconocimiento del derecho constitucional a la vivienda sin que sea sin embargo garantizado. Por eso a través de un derecho tan básico como es la vivienda, es capaz de atacar al corazón de las contradicciones de nuestro pacto político del 78 desde una realidad cercana para todas las personas y ampliamente aceptada. Pero además la crisis en España tiene una conexión directa entre el sistema financiero y el mercado inmobiliario. Y el modelo del pelotazo que se puede conectar con el propio modelo de financiación europeo que hemos asumido al entrar en el euro que es profundamente bancócrata y supone una pérdida de soberanía muy grande que también se conecta con la deuda como problema de gobierno chantajeado y por tanto atrapado y por ello también conecta con la falta de democracia y soberanía de nuestras propias instituciones de "poder". La visibilización de esta lucha crea discurso, y opera a través de ellos, pero por supuesto tiene una realidad material de hechos que van sucediendo. De dolores que existen.
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y EL MOVIMIENTO SOCIAL: UN PROCESO DE LUCHA DEMOCRÁTICA DEL QUE PODEMOS ES RESULTADO MÁS QUE CAUSA
Bien, dicho esto, he empezado diciendo que intervenir en política no es obedecer a una masa de gente, y lo decía porque quiero introducir la cuestión de la participación, sin que ello suponga una interpretación de la democracia como un silenciamiento de la discrepancia una vez tomada la decisión que sea. Si hay algo que Podemos apuntaba u ofrecía en un primer momento, era una herramienta de participación distinta a la de un partido no por cómo viste, o como habla, sino por impugnar a través de la propia participación colectiva ese modelo y recoger lo que se estaba queriendo destruir.
Desde mi punto de vista el 15 M es un fenómeno que seguimos viviendo, y que no es ni un momento puntual ni una gente concreta. Sino un proceso de levantamiento popular no insurreccional, sino a organizarse para luchar contra esta agenda neoliberal en favor de la democracia a través de lo político, y no sólo de la política pero por supuesto también a través de ella. En dónde Podemos es un resultado de ese proceso, con independencia de quiénes lo hayan liderado (Que son otras causas a analizar el porqué lo han liderado este grupo de personas y no otro pues son cuestiones diferentes). Por tanto, aquellas interpretaciones que atribuyen el éxito a un grupo particular, creo que son profundamente erradas. Lo que ha recogido Podemos es resultado de un proceso colectivo de cambio que no es tanto fruto de una genialidad de intelectuales (que esto sí es su capacidad de haberlo recogido o liderado) como de un proceso de respuesta ciudadana colectivo de deseo de democracia y rechazo del modelo neoliberal y sus injusticias, así como privilegios y corrupción de los gobernantes anteriores.
ALGUNOS PASOS EQUIVOCADOS EN UN MOMENTO DE CRECIMIENTO
De una realidad existente, que también por supuesto se ha seguido construyendo y ampliando con mayor o menos acierto por parte de todos aquellos que han participado en Podemos y sí también y especialmente esto hay que reconocerlo a los que más responsabilidad han tenido. Pero al mismo tiempo, algunas estrategias han resultado obstáculo de expansión, y no creo que sea tanto por los ataques externos sino como de las debilidades propias que han permitido al régimen respirar aliviado.
Es decir, en la medida en que se mimetizan (Ojo, no con las formas o la vestimenta que sinceramente no creo que sea por lo que la gente vota Podemos, más bien al contrario en todo caso) sus dirigentes, con un partido más de corte jerárquico en el que su principal fortaleza ya no son las propuestas que aglutinan o la participación democrática que puede hacer crecer a través del ejemplo un modo nuevo de hacer política, sino las personalidades y liderazgos, cualquier ataque a los mismos que tenga algún tipo de credibilidad lo debilita como fuerza política y además resulta excluyente y cierra la posibilidad de expansión por la vía participativa.
LA IMPORTANCIA DEL CLIMA DE PARTICIPACIÓN Y COMPAÑERISMO QUE SE DEJARON ATRÁS: LA DISCREPANCIA AGONISTA
La participación que se pone de relieve e el 15m es la directa en la toma de decisiones políticas de forma igualitaria en contraposición a la elección de meros representantes que es la que existe en nuestro sistema político-electoral. Porque para eso ya teníamos los otros partidos también. Además, Podemos hoy tiene unas capacidades que no utiliza al querer adaptarse pierde la posibilidad de formar parte de la impugnación y sin pretenderlo refuerza el sistema de partidos cuya impugnación le hizo emerger.
Y vuelvo al tema que quiero resaltar con todo esto sobre participación, decisión, liberalismo, militancia y democracia.
Cualquier sistema político excluye otros posicionamientos, y la democracia no es una excepción en esto. Es decir, apostar por una democracia implica dejar fuera otras opciones que no tienen que ver con una sociedad democrática. Es decir implica la persecución de un autogobierno por parte de la sociedad en el que ni cualquier estructura, ni cualquier ley, ni procedimiento por muy apoyado que fuese en una votación sería democrático si violara este principio. Y esto es una crítica que se hace al liberalismo en la medida en que uno pueda elegir renunciar a su libertad. Por tanto, aquello que sea elegir colectivamente la renuncia a la propia capacidad de autogobierno, son cuestiones excluidas en la construcción de una sociedad democrática. Dicho esto, la constitución de un país e su parte dogmática es en la cuál establece aquellos ejes políticos- ideológicos que limitan un sistema político también de manera que exista un anclaje a modo de consenso que proteja de la discusión permanente de estos límites. Pero en la medida en que estos límites son compartidos, y si son principios democráticos, caben muchas diferencias que sería si no entiendo mal a lo que se refiere Chantal Mouffe cuando habla del agonismo.
En la medida en que son genéricos, constituyen una base abierta sobe la que construir más o menos indefinida. y permite una mayor adhesión, en el que los elementos de acuerdo son estos principios, y la legitimidad de los procedimientos decisorios del resto de las cuestiones.
En la medida en que un partido político tiene estos principios ya muy definidos muy cerrados, y construidos da poco pie a la construcción y más a una adhesión. Y en la medida en que son presentados como un producto del que sólo podemos ser consumidores no produce nada nuevo, ni cambia las relaciones ni la dinámica política. El reto, no es ser un producto nuevo que guste más o menos y que sea estático.El reto es ser una herramienta de la sociedad productora y decisora, sin que con ello nadie que participe o use dicha herramienta deba renunciar a su capacidad política o su militancia propia aunque haya momentos en los que se respeten decisiones. Es ser algo vivo que además impugne desde su propio ejemplo la calidad democrática de nuestras instituciones.
Pero en lugar de esto, pareciera que se ha decidido hacer al contrario, en lugar de ser un todo unido por su radicalidad democrática aunque diversa, que impugne el sistema de partidos, se ha trasladado parte de lo peor del sistema de partidos a la dinámica interna en la que se copia por las diferentes marcas internas el ser un producto acabado (No todas, pero la dinámica se establece así) al que adherirse o elegir de partida a uno de los diversos conjuntos acabados como si hubiera que ubicarse bajo etiquetas, grupos, sin que de nuevo se decidan las cosas sino a través de personas un todo. Me parece que esto más que el fomento de una diversidad constructiva, lo que genera es una competitividad innecesaria que además no saca a la sociedad de su rol consumidor, ni cambia la relación ciudadanía partidos sino que refuerza una suerte de identitarismo endogrupal, que generará mucha lealtad con "los tuyos" pero no provoca un debate en el que se genere inteligencia colectiva sino luchas de poder.
Es decir, se podría ser un instrumento al servicio de las decisiones colectivas, sin abandonar la producción de discursos propios militantes grupales o no, sobre cualquier cuestión, y que no obstante el mandato fuese respetado finalmente aunque sin que con ello nuevamente se pudiera manifestar y defender públicamente discrepancias reflejando que son discrepancias con lo acordado. Independientemente del lugar que se ocupase. Eso sí, en momentos de clarificación de cara al resto (Campañas) Tener el proyecto que se haya decidido llevar a cabo de cara a informar también de ello. Y no necesariamente centradas todas ellas en las mismas personas, ya que las defensas son realizadas mejor en la medida en que suponen convicciones.
![]() |
Copiada de wikipedia 15M |
No hay comentarios:
Publicar un comentario