4 de octubre de 2018

Sobre prostitución, trabajo y libertad sexual 15/09/2018

Esto días estaba terminando mi tesis de máster y no he podido estar en el debate sobre la prostitución que han abierto en la escena nacional española.




¿Para combatir o apuntalar? 


 Es sorprendente como personas que ven clarísima la alienación de la clase trabajadora, utilizan un argumento contra esa explotación, no para combatir lo que es una profundización en esa alienación a la que se suma una considerable opresión patriarcal, SINO para ponerse del lado de los explotadores, de los machistas. No para combatir el sistema de dominación sino para apuntalarlo. Para que ya no sólo seamos mercancía laboral, sino además especialmente si eres mujer, te conviertas en un producto sexual, cosificado, en el que puedan violarte mediante pago, bañado con un halo de legitimidad al convertir la brutal violencia sexual sufrida por tantas mujeres en "Trabajo " lavando la cara al proxenetismo, lavando la cara a quién consume la desesperación de las más vulnerables.

Destrozo de la lucha por la igualdad

Retrocediendo años luz de los derechos luchados por tantas y tantas mujeres feministas, para conseguir la igualdad, llevando a la mujer a un extremo miserable en el que convertir el abuso en derechos del cliente. Es inadmisible. "Pero si ya existe" Claro, y el maltrato también, ¿Lo regulamos? Porque la prostitución es un maltrato social, un maltrato patriarcal, una objetivización brutal del sujeto, un sujeto que es afectivo, un sujeto que tiene necesidades de seguridad, necesidades psicológicas en el que los deseos no pueden fabricarse. ¿Obligaríamos a alguien a comer mierda si le pagaran? Recuerdo una escena bastante deplorable en la que en una plaza española, unos subnormales se dedicaron a tirarle moneditas a personas que estaban pidiendo en la calle en clara situación de necesidad y pobreza, lo que encontraron chistoso. Si hubiera mucho subnormal al que le divirtiese esto, y gente dispuesta ante su precariedad ¿También lo llamaríamos trabajo? Esto es una cuestión de poder, no de trabajo.

¿Libertad o esclavitud sexual? 


No se está defendiendo la libertad sexual, la libertad sexual es la libertad que tiene cualquier persona de disfrutar de su cuerpo con quién le apetezca cuando ambos desean disfrutar con el otro. La libertad sexual hay que defenderla ante el estigma que todavía arrastramos TODAS las mujeres de que se nos cuestione nuestro comportamiento sexual, siendo además clasificadas como "Buenas y malas" mujeres por ello. Eso es luchar por la libertad sexual. Defender la prostitución es exactamente todo lo contrario, es defender los derechos del dinero, del capital, y de los varones fundamentalmente que son los que más poseen por cuestiones precisamente de patriarcado histórico, de imponer sus deseos a costa de la violencia y el trauma sobre mujeres en situación de necesidad económica.

¿Feminismo? El mito del empoderamiento de la esclavitud


No señores, eso no es feminismo. El feminismo, de la mano del espíritu socialista que lleva a señalar la dominación capitalista de la mayoría social en un sistema de organización económica ultrajerárquico, lucha por la igualdad, lucha por la verdadera libertad, que no es la de someterse. El trabajo, aún en un régimen en el que se organizase equitativamente y con libertad, no dejaría nunca de existir, pero en condiciones distintas. La prostitución sin embargo, sólo tiene sentido como grave síntoma, de la conjunción de dos sistemas de dominación social como son el patriarcado y el capitalismo.

La motivación intrínseca en el sexo: El deseo 

Pues en un sistema en el que la organización económica de la sociedad funcionase verdaderamente de un modo justo, el sexo que es una relación con el otro, surgida del deseo propio que coincide, solo tendría lugar como libre pulsión, que busca satisfacerse. Igual que buscamos comer, de forma natural, o cualquier otra actividad humana de disfrute. No es un trabajo someterse a la voluntad ajena. Que el trabajo, hoy, se haya organizado con ese sometimiento, a lo único que debería llevar es a rebelarnos contra ese modelo, no a perpetuarlo y mucho menos a magnificarlo permitiendo que acceda acríticamente a esclavizar aún más esferas del ser humano.

Mitos sobre la sexualidad
 

¿Creéis acaso que a las mujeres no nos gustaría a veces tener sexo con hombres pero no podemos porque no nos desean? ¿Creéis que el rechazo afectivo o amistoso no es algo con lo que todas las personas tenemos que lidiar? ¿Acaso el dinero hace mágicamente que las personas deseen sexualmente a otra? ¿ Conocéis a alguien que a base de autoconvencerse a sí mismo de que desea a alguien consigue desearle? Entonces.. ¿Cómo llamamos a la relación que obliga a otro a materializar deseos sexuales que no siente ni desea sino es abuso y violencia? ¿Cómo puede nadie en su sano juicio creer que eso es libertad sexual?

La diferencia de los derechos laborales : Límites al poder


 Los derechos laborales tienen sentido en unas condiciones en las que admitimos que son desiguales de poder, y en las que sabemos que para vivir,( al margen de cualquier sistema,) necesitamos como humanidad realizar trabajos para también beneficiarnos de los trabajos de otros. El dinero, lo necesitamos sólo porque en esta sociedad ese intercambio de trabajo, se realiza a través de dinero. De ahí, que en este marco económico se necesiten derechos laborales que compensan el abuso de poder económico que hace trabajar más a una clase, para extraer las posibilidades de acceder a más trabajos ajenos. Esto ya es en sí, un modo de organización de la sociedad injusta, que tiene raíces históricas, y del que nos han convencido que funciona cuando no es verdad, en el que siempre hay víctimas, y privilegiados. Hay que partir de esta base. Ahora bien, como sociedad, todas necesitamos el trabajo de los demás. Y lo que es objeto de debates y luchas es el cómo se organiza la producción y cómo se reparten los frutos de ese trabajo. Y en este marco se lucha por derechos laborales porque se entiende que la clase trabajadora está en posición de debilidad frente a quiénes tienen capital. La clase trabajadora es esa clase que necesita vender su fuerza de trabajo para acceder a una cuota reducida de esos frutos del trabajo ajeno, que le permita vivir. Dentro de esa clase trabajadora hay muchos grados, hay quién está mejor que otra, y hay quién forma parte de ella incluso teniendo cierto capital e independencia en sus trabajos, porque el conjunto de la organización hace que no sean independientes tampoco. Y esto, es lo que hay que cambiar, entre otras muchas cosas, para que la humanidad sea más libre en el terreno económico.

¿La libertad de vender sometimiento? 

Para el terreno sexual, los derechos, y las libertades, son aquellas que permiten negarse, no aquellas que permiten cobrar. La sociedad y en especial aún menos las mujeres que somos la parte más afectada, no necesita el derecho a vender sus no deseos sexuales, es decir, su derecho a vender ser violentadas para uso y disfrute de compradores de su ser. No. La sociedad en el terreno sexual, y especialmente las mujeres, necesitamos que no se nos juzgue nuestro deseo, y disfrute en relaciones sexuales. Que no se nos cosifique como una muñeca al servicio de otro. Que no se nos vea solo como carne a la que acceder. Lo que menos necesitan las mujeres es que convertirnos en mercancía sexual sea un derecho. Una relación perfectamente compatible con un marco de defensa de derechos y libertades, en el que abusar de poder para acceder al cuerpo que lo rechaza, sea visto como ir a comprar el pan, o servirte un café.

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