1 de agosto de 2021

COMO EL SISTEMA CAPITALISTA PROMUEVE EL FASCISMO

Imagen copiada de Abadía Digital 



UNA EXPLICACIÓN ALGO MÁS DETALLADA DE LO QUE ESTOY AFIRMANDO:

EL SISTEMA CAPITALISTA CREA LOS PROBLEMAS, QUE PROPORCIONAN LAS CONDICIONES OBJETIVAS PARA QUE EL FASCISMO EMERJA

El sistema capitalista se basa en la explotación de la clase trabajadora:

El sistema capitalista funciona bajo el esquema de explotación de los trabajadores. Esto resumidamente es lo que Marx señaló sobre el robo de la plusvalía. La clase capitalista proporciona el capital, y la clase trabajadora, trabaja con ese capital, y lo transforma en en riqueza, en productos cuya venta proporcionan beneficios económicos que no se reparten de forma equitativa, sino que pertenecen al capitalista y éste tiene una obligación de pago en forma de salario a los trabajadores. La relación que existe entre este pago y los beneficios que se obtiene, la decide el capitalista, de manera que suele estar bastante por debajo de lo que les correspondería a la clase trabajadora.

Pues bien, el capital se ha ido acumulando de generación en generación, de modo que en la actualidad, las grandes empresas, que operan a nivel internacional, los grandes bancos, han hecho crecer la brecha entre el más rico y el más pobre como nunca antes en la historia. Cada vez, acumulan en menos manos una mayor parte de la riqueza mundial. ( Quién quiera ver el dato exacto puede buscar en los informes que hace Intermón Oxfam sobre la cuestión.)

El capital acumulado es producto del esfuerzo del conjunto de la humanidad y en particular de la clase trabajadora:

Ese capital acumulado, incluye también haberse beneficiado de muchísimo trabajo muerto (Trabajo ya realizado antes, ya pagado, y que ahora sigue rentando), avances tecnológicos (aumento de la producción con menor coste, menos mano de obra, menos reparto de riqueza), avances científicos ( Descubrimientos que son el resultado del trabajo humano en la investigación) e incluso de la mayor cualificación de los trabajadores gracias al sistema público (Una enorme inversión por parte de toda la sociedad). Hago este inciso, para que conste, que esa mayor riqueza, mejor producción, con la que se sigue beneficiando el capital, los grandes capitales, es producto del esfuerzo y el trabajo de muchísima más gente de la que se beneficia de sus frutos. Que pertenece al mérito de la humanidad, y más aún a la clase trabajadora, aunque le esté rentando a un capital privado.

Pero además, esta evolución histórica, hace que se necesite menos trabajo para mayor producción. Algo que en sí mismo, sería positivo, si con menos trabajo, producimos más pues mucho mejor para todos. ¡Ah! ¡Pues no! ¿Para tod@s? No en este sistema. En este sistema, quién se beneficia del progreso en términos económicos de rentabilidad, es el capital, puesto que la destrucción de ese empleo, implica que menos gente vive, de aquello que antes podía vivir.

Es decir, esto implica que la producción crece, y el reparto de los beneficios económicos decrece. Y la población no para de aumentar. Y la esperanza de vida es mayor. Luego el reparto, aunque en origen nunca fue equitativo, hoy es todavía menos equitativo, pues se está agrandando la desigualdad. Y todo ello a pesar de los avances en conquistas de derechos sociales. Que no son más que pequeñas intervenciones públicas del Estado, para compensar un poquito este balance.



Los derechos sociales y el mundo global: La deslocalización industrial

Y ahora voy a entrar a la cuestión de esos avances sociales de derechos. No sin muchísimo sacrificio, lucha, por parte del movimiento obrero, mucha violencia recibida, criminalización, asesinatos, encarcelamientos, torturas, manifestaciones, etc etc. Que nombro, porque a veces se olvida, en Europa, y el mundo occidental se han conquistado derechos laborales, sociales, servicios públicos..

Entre otras cosas, esos derechos laborales, ponen límites a la explotación, a las condiciones de explotación, de los trabajadores, de modo que se les reconozcan derechos humanos, derechos como personas, derechos que permiten suavizar el implacable poder del capital.
Derechos que hacen posible que vivamos mejor, a pesar de no pertenecer a las élites económicas. Derechos que han permitido avances en el desarollo humano.

Pero esos derechos, que además se quedan cortos, esos derechos, no están igual de conseguidos en todo el mundo. Y además, aunque no voy a entrar en la cuestión de los países y sus divisas, hay distintos costes de la vida en un país y en otro. Esto significa que hay países que explotan a otros, que se aprovechan de sus peores condiciones de desarrollo. ¿Qué ha hecho el capital en muchos casos? Mudarse a otros países a producir. Deslocalizar la producción. Aunque vender lo sigan haciendo en los países con más derechos, y mejor economía, en el que también explotan a los trabajadores, pero en mejores condiciones.

Consecuencias de este proceso de deslocalización, junto con la desigualdad entre los países más desarrollados y menos desarrollados: Inmigración masiva, desindustrialización occidental, empeoramiento generalizado de condiciones de vida, trampa de la subcontratación, chantajes económicos a los estados soberanos, desabastecimiento.

¿Qué consecuencias tienen estos procesos en los que el capital deslocaliza una producción buscando el coste más barato?

La inmigración: En primer lugar, la desigualdad económica entre países, hace que los grandes, ahoguen económicamente a los pobres, y en muchos casos les impidan desarrollarse para lograr independencia, que les permita competir en mejores condiciones, y elevar el desarrollo humano y los derechos en sus países. También es verdad que esos países al igual que los nuestros, a veces tienen gobiernos corruptos, y en general sus condiciones de vida son mucho peores. No estoy diciendo que toda la causa de que esos países no prosperen sea de las relaciones que mantienen con los países desarrollados, pero sí hay una buena parte de causa en ello, aunque no es objeto de esta explicación. El caso, es que muchas familias y personas se ven obligadas a buscar mejores condiciones de vida, dejando atrás sus lugares de origen, en busca de una vida mejor para ellos, y para sus hijos, y a veces también con el objetivo de enviarles dinero a sus familias que permanecen en sus lugares de origen. Algo que no creo que nadie ponga en duda de que es legítimo. Y esto sin hablar de las condiciones en las que muchas personas tienen que hacerlo arriesgando sus vidas cruzando el mar, el desierto, comprando pasajes a precios de órbita.. Una auténtica barbarie, para que luego lleguen aquí y algunos les señalen como el enemigo.

El caso es que esta inmigración de la que estamos hablando es una inmigración por pobreza. Es una clase trabajadora, pero con peores condiciones aún de partida. Una inmigración que claro que no está exenta de problemas, y claro que supone aumentar en los países occidentales en términos marxistas "el gran ejército de reserva". ¿Qué es el gran ejército de reserva? El gran ejército de reserva es el "Tengo 200.000 como tú en la puerta esperando". Es decir, es la explicación de cómo el aumento de paro, de masa obrera disponible, supone un considerable aumento del poder que ya de por sí tiene el capital, al saberse necesitado por la clase trabajadora para vivir. Porque aunque la clase trabajadora haga el trabajo y el capital necesite a los trabajadores para generar su riqueza, como hemos visto antes, cada vez necesita menos cantidad de trabajadores, es decir, les sobramos. Y no es exactamente que les sobremos, sino que no quieren acortar las horas por trabajador, y redistribuir beneficios, sino pagar menos, a cuantos menos posibles, y al máximo posible de rendimiento. Y esto es una lógica que está dentro del sistema capitalista, que es intrínseca al mismo.
¿Por qué la inmigración ahora, y también se dijo antes de las mujeres, supone ese aumento del ejército de reserva? Porque además de aumentar la cantidad, al ser una clase trabajadora más vulnerable, y desesperada, en muchos casos incluso obligada por el marco legislativo a vivir fuera de esa legalidad, es una mano de obra que acepta condiciones peores de trabajo. De manera que se ofrece más barata y compite en ello con la clase trabajadora autóctona que no quiere rebajar las condiciones y no las acepta.

Es decir, estoy tratando de explicar, cuáles son las condiciones objetivas en las cuales este proceso es cierto que supone problemas en los países occidentales, y no creo que se trate de negarlos sino de ser conscientes de que el problema no son los inmigrantes sino los explotadores. Pero que sí hay una innegable problemática en las consecuencias de este sistema capitalista y la llegada masiva de inmigrantes a los países occidentales. Pero el problema no son ellos, insisto, sino el sistema capitalista y la clase capitalista que se aprovecha de esta realidad.

Destrucción de empleo en occidente:

La deslocalización de empresas, supone la destrucción de empleo e industria en los países occidentales, de manera que suponen un drama para los trabajadores que se van al paro, antes de haber llegado a su jubilación, y que después de muchos años dedicados a un sector les cuesta mucho más reorientarse a otro sector laboral, y ser contratados. Pero además supone que se pierda el conocimiento, y la producción que autoabastece al país. Es decir, se pierde en términos económicos soberanía productiva  y empleo con derechos laborales. Ese sector que deslocaliza buscando abaratar los costes, genera una tensión a la baja de las condiciones de toda la clase trabajadora mundial, aunque afecte de forma diferente en cada lugar, pues condiciona mediante chantaje económico, a los países desarrollados que cuentan con legislaciones de derechos fuertes conquistados históricamente, pero que ante el drama que supone el abandono de grandes capitales en el país, y la masiva entrada al paro de muchos trabajadores que estaban empleados, y ahora pueden entrar en riesgo de exclusión, les supone un chantaje, en el que las trasnacionales batallan para rebajar esas condiciones y abaratar sus costes, para quedarse en el país. 

Chantaje económico a los Estados Soberanos: Desabastecimiento

Este chantaje es aún mayor, en países que tienen una clara orientación socialista de la economía, y se posicionan claramente para proteger los derechos de los trabajadores, y ciudadanos y ciudadanas de su país, en general.  Esto ocurre porque amenazan el sistema capitalista, demostrando de otra economía es posible, y llegan en muchos casos a emplear tácticas más agresivas como el desabastecimiento de productos intencionada, con el objetivo de derrocar gobiernos socialistas mediante presión económica. A estas grandes multinacionales, no les interesa perder ningún mercado de consumidores, y menos aún los de países desarrollados, pero no les interesa tanto producir en todas partes, porque les sale más barato, y pueden explotar más, en lugares con normativas  y salarios más pobres. Pero no sólo son las grandes empresas las que necesitan mercado de consumidores, sino las personas, la ciudadanía de los países a menudo necesitan comprar fuera productos, que en su país no se producen.  O comprar a empresas extranjeras, lo que genera una dependencia de los países, los estados soberanos con respecto a estas empresas que en muchos casos tienen ya más poder en términos económicos del que tienen ellos mismos, los llaman los nuevos imperios. 

La trampa de la subcontratación: Relación mercantil, sin responsabilidad laboral

Estas empresas que deslocalizan la producción, que en muchos casos son españolas, o europeas, de países desarrollados, y que venden sus productos en estos mercados, que pertenecen a un mundo en el que se han conquistado los derechos laborales, y se comprende la necesidad de que haya leyes que protejan a los trabajadores, estas empresas cuando se les pide cuentas de cómo producen, en base a los derechos humanos que se incumplen en el proceso de lo que luego nos venden mucho más caro de lo que les cuesta, cuando les piden cuentas, alegan que no tienen una relación laboral con esos trabajadores de otros países. En lugar de contratarles como trabajadores de la empresa para la que están produciendo, se les realizan contratos mercantiles en la que existe una empresa local, a la que le encargan la elaboración del producto, y se lo compran. De este modo, aunque en principio proporcionan empleo, lo hacen en condiciones muy precarias, de las cuáles no se responsabilizan, y además no contribuye tampoco a mejorar las condiciones de vida o mejorar las condiciones laborales en esos lugares, países. Generando también allí una dependencia de tipo económico en la que muchas capas de la sociedad dependen de ellas, pero no tienen ni el tiempo ni la posibilidad de ahorro, ni los salarios suficientes como para desligarse de esa actividad económica de la que dependen irremediablemente. De modo que esto tampoco ayuda a otros países a prosperar, y la salida de la inmigración, se hace mucho más interesante. 

A pesar, de que la clase trabajadora es la que más trabaja, y cuanto más pobre eres, más cantidad de trabajo realizas, y en peores condiciones, es la clase que menos poder económico tiene. Aunque siguen existiendo diferencias, pues cuanto peor situación tienes, peor estás, y más susceptible de aceptar peores condiciones, pues  mayor es la desesperación y la necesidad por pura supervivencia. 

Lo que intento demostrar con este escrito en el que trato de explicar problemas del capitalismo global, es como el capitalismo proporciona las condiciones objetivas de que el fascismo, que es una ideología, emerja. El fascismo lo definí hace años de la siguiente manera :Fascismo


EL FASCISMO:

El fascismo es ideológico, pero es también una actitud, una toma de posición, que en lugar de buscar las causas, el origen del malestar, de los problemas, de atreverse con el fuerte, mira al débil, y lo culpabiliza y estigmatiza, le atribuye defectos, culpas, que no le corresponden, y de ese modo también  busca diferenciarse del mismo y sentirse superior a él. El fascismo también cala cuando hay miedo, miedo real por los problemas propios de la vida cotidiana, y se presenta una explicación sencilla de algo a lo que culpar de ello, que no te supone mucho esfuerzo ni cambios en tu vida. De alguna manera es fácil, y cómodo el chivo expiatorio que ofrece, ya que es una especie de mounstruo fácil de derribar, y del que al mismo tiempo me puedo sentir fuerte y víctima al mismo tiempo. De modo que como soy la víctima, estoy moralmente legítimada para exigir derechos, para creer que los merezco, y al mismo tiempo la causa de mis problemas es relativamente simple, fácil de derribar, no es un gran poder ante el que me siento pequeñito/a,  impotente e indefenso, como puede ocurrir cuando tomas conciencia de cómo funciona el mundo en realidad, si miras hacia el poder.. que asusta. Además queremos creer en quiénes tienen más poder, queremos creer que tienen la situación controlada, que saben más o que lo merecen. Queremos creerlo no sólo porque nos proporciona cierta seguridad, sino también porque nos ayuda a creer en el mérito propio, en que merecemos una situación mejor de la que tienen otros.  Por eso es una postura cómoda, fácil y sencilla, que además como hemos visto tiene cierta veracidad respecto a las condiciones en el que nos coloca el sistema capitalista. 

De modo que esta manera de pensar, este discurso, cobra fuerza y cala, no tanto ni necesariamente en la élite, sino en aquellas clases medias trabajadoras, obreras, a la que le afectan las condiciones del sistema capitalista, produciendo eso que llaman el enfrentamiento del "penúltimo contra el último". Nadie quiere ser el último. Pero el problema no es el último sino el primero.  





No hay comentarios:

Publicar un comentario